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TIPS PARA BAÑAR A TU MICHI

Las personas que tienen michis saben muy bien a lo que se enfrentan cuando llega la hora del baño. Por supuesto hay todo tipo de michis, los que adoran los baños tibios y se quedan tranquilos, los que no los disfrutan pero aún así se quedan quietos, los inquietos a los que es mejor dar un baño corto o los que definitivamente te arañan el rostro y las vestiduras cuando les cae apenas una gota de agua. Para todos estos gatitos te traemos estas ideales recomendaciones.

Frecuencia del baño:

En general no es imprescindible bañar a tu gato, puesto que los felinos suelen ser cuidadosos en cuanto a su higiene, sin embargo existirán ocasiones que exigirán que se le de un baño al gatito. La recomendación es que no se haga de manera continua, es decir si se puede hacer una vez al mes o incluso espaciar aún más el baño es más recomendable que hacerlo más seguido. De cualquier forma para casos especiales debes consultar a tu veterinario de confianza.

Recuerda también que para comenzar a bañar a un gatito tiene que tener la edad suficiente, aunque puedes bañarlo a partir de los 2 ó 3 meses, lo cierto es que la mejor recomendación es que esperes a que cumpla 6 meses para comenzar su rutina de baño. También asegúrate de bañarlo a una hora adecuada para que seque con mayor rapidez.

El espacio de trabajo:

Para esta ardua labor se requiere que el espacio en donde bañarás al michi sea óptimo, si se trata de un gatito inquieto lo más seguro es que quiera correr, por lo que debes evitar que el lugar sea resbaloso para que no se lastime, así que si eliges la bañera o algún recipiente acorde a su tamaño, te recomendamos tener a la mano alguna toallita o alfombrilla que puedas ponerle al fondo para que no se resbale. Así mismo el lugar debe ser cómodo para ti y debes asegurarte de tener todo lo necesario a la mano antes de comenzar el baño. Recuerda que debes bañarlo con agua tibia, a unos 30 grados aproximadamente, y todos los productos que utilices deben ser especiales para él. Usa un shampoo que proteja su piel y su pelaje.

Antes de la ducha, si tu gato lo permite puedes cepillar su cabello para quitar el exceso de pelo muerto y cortar algún nudo que tenga.

Los pasos durante la ducha:

Toma a tu gato con delicadeza y hazlo sentir seguro, comienza mojando la parte inferior del gatito, frótalo con tus manos o con una esponja. Ve mojando zonas más ascendentes poco a poco para que tu gatito vaya sintiendo confianza. Puedes irlo enjabonando mientras lo acaricias. Recuerda ponerte detrás del gatito para que puedas controlarlo más fácilmente, ya que si te pones frente a él y se comienza a sentir incómodo, lo más probable es que quiera trepar a tu cuerpo y las cosas no resulten bien.

Asegúrate de que el agua no tenga contacto con sus ojos y con sus oídos para evitar infecciones futuras. Mientras lo bañas también es importante que le hables cariñosamente, para evitar cualquier tipo de estrés.

Una vez que el jabón haya actuado es muy importante aclarar su cuerpo con más agua tibia y asegurarse de que no le quedó ningún rastro de jabón.



Después de la ducha:

Una vez que hayas terminado de bañar a tu michi sécalo con una toalla y deja que el resto se seque por sí mismo. Puedes cepillar su cabello nuevamente con un cepillo limpio para ayudarlo a secar más rápido. Aunque muchas personas usan el secador, a muchos michis les asusta el sonido y no es conveniente alterarlo.

Es conveniente que después de cada baño le des a tu michi una recompensa, así estará feliz y la próxima vez que lo bañes estará más entusiasmado.



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