Sabemos que para ti tu Mishi es sagrado, pero ¿sabías que la práctica de adoración a ellos era común en el antiguo Egipto? El gato era considerado la encarnación de la diosa Bastet, que representaba la protección, el amor y la armonía, por lo que era sumamente respetado por los pobladores de aquel tiempo y criado en grandes cantidades. Tal era el respeto, que cuando el mishi de alguna casa moría, los integrantes de la familia se afeitaban las cejas en señal de tristeza y guardaban luto por 70 días, periodo en el cual se realizaba la momificación del gatito. Se llegaron a encontrar más de 300 mil momias de ellos, pues esto permitía la conservación del animalito y le aseguraba una vida después de la muerte. Además, el gato fue representado en joyas, jarrones, vajillas y numerosas esculturas, muchas de las cuales aún se conservan.
Por: Lina Alcaraz
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