En Sao Paolo, Nadir Rodríguez era tutor de Naná y nueve gatos. Desafortunadamente la peludita murió y uno de los gatos visita a diario la tumba de la perrita, ya que ésta se encuentra en un cementerio de mascotas que él mismo construyó en el jardín trasero de su casa. En una publicación en su Facebook. Nadir argumenta que no solo él ha llorado la pérdida de su fiel compañera, sino que uno de los gatos también lloraba al percatarse de su ausencia.
Tanta tristeza se debía a que Naná había adoptado como hija a la gatita llamada “Chamuscada” por su característico color negro y naranja. La felina es la más joven de los nueve gatos y tenía un amor inmenso por quien la adoptó como uno de los suyos, pues asegura que iba a todos lados con ella y que Naná la resguardaba cuando los otros gatos eran muy bruscos con ella. Además de jugar todo el tiempo y dormir a su lado, tal y como una madre cuida a su cría. Al notar la ausencia de la perrita y ver que Nadir pasaba tiempo en el lugar de su jardín, comprendió que allí se encontraba reposando y fue así que decidió visitarla diariamente.
“Naná murió el 2 de agosto y han pasado ya unos días, Chamuscada se queda diariamente por un largo rato en la tumba de lo que para ella fue su madre”: dijo Nadir.
Según expertos, este duelo en los animales es muy común, pues ellos comprenden cuando un ser amado ha partido. La noticia conmovió a los internautas que no dudaron en mandar sus condolencias y apoyo al joven que agradeció mucho la empatía de las personas. Recalcando que los animales una vez más nos demuestran lo puros que son y la capacidad de su amor.
Por: Alan Martínez
Comments