Por Alan Martínez
Hace poco se llevaron a cabo los premios más esperados para los amantes del séptimo arte. Nada más y nada menos que los premios Oscar, donde las estrellas de Hollywood desfilan en la aclamada “Alfombra Roja”. Hermosos vestidos y trajes elegantes se llevan la atención de los reflectores y la premiación a las mejores películas e interpretaciones de actores y actrices, así como direcciones y cuestiones técnicas, pero curiosamente cada año algo se lleva mayormente la atención (y esta entrega no fue la excepción) y quien robó reflectores fue nada más y nada menos que Messi…¡no!, no ese Messi; sino el perrito que estelarizó la nominada Anatomía de una caída como mejor película.
El can comenzó a tener mayor atención de la prensa mundial, antes de la noche de la premiación, cuando en una cena de nominados. Ryan Goslin, Bradley Cooper y todo aquel que se cruzaba con él no pudía evitar mimar a la gran estrella del momento. A pesar de esto, causó polémica la noticia de que no asistiría a los Oscar, ya que muchos productores (ya saben, esas personas de mentes pequeñas y corazones fríos) se habían quejado de que no sería optimo que fuera; sin embargo, gracias a que la Academia cambió de parecer, pudimos verlo desfilar con toda elegancia codo a codo con los mejores del cine.
“El gran momento fue con Billie Eilish, que se unió a Messi durante casi 10 minutos”, contó la entrenadora de perros y dueña del can, Laura Martin Contini a The Hollywood Reporter sobre la fama que viene teniendo su Messi, que contrasta con el bajo perfil que caracteriza a la actriz alemana protagonista de la cinta. En ella, la intérprete logró lucirse hablando en tres idiomas en una actuación que fue muy reconocida en múltiples festivales.
Sentado en una de las butacas junto a su madre humana, Messi tuvo su lugar en el discurso de apertura de Jimmy Kimmel, quien fue el presentador de la gala.
“No he visto a un actor francés comer vómito de esta manera desde Gerard Depardieu”, bromeó a su manera, mientras el mundo se enamoraba del Border Collie que ya ganó su propio galardón.
Pero sin duda alguna, el momento que se llevó todos los flashes fue cuando el perrito apareció aplaudiendo, sorprendiendo al mismo Ken (Ryan Goslin). Y cada vez que era enfocado la gente suspiraba por su hermosa mirada y divertidos gestos. Nos alegra que fueron cuidadosos con él, ya que sus tomas se grabaron unos días antes para evitar que el perrito se estresara y pasara un mal rato, y posteriormente dichas imágenes fueron empatadas en el en vivo.
Para todos nosotros, Messi fue el ganador del Oscar como mejor lomito de reparto y el que más brilló en la noche de las estrellas, pues de entre todos, era un sol cuya luz refulgente daba calor al mundo.
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