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La leyenda del Puente del Arcoíris

¿A DÓNDE VAN NUESTROS LOMITOS AL MORIR? :,(

La pérdida de nuestros amigos peludos es un momento del que ningún amante de los animales (nosotros incluidos, porque por el amor a ellos formamos esta revista) quiere hablar. Cuenta la leyenda del puente del arcoíris que cuando cualquier animal que hayamos amado se despide de nosotros cruza al otro lado de un hermoso arcoíris. Al otro lado de este, se pueden ver grandes colinas, prados y campos verdes, cielos azules y días soleados, un sitio donde podrán correr, jugar y disfrutar de su inocencia…


Se dice que cuando ellos dejan este plano y han cruzado ese puente que está hecho de un arcoíris con brillantes colores y luces de estrellas, y que atraviesa un río que fluye constantemente sobre los campos verdes. Allí justo del otro lado, abunda la comida, espacio, agua y sol, para que todos ellos se sientan bien. Además, la leyenda nos relata que los animales que estuvieron enfermos, fueron mutilados o cruelmente lastimados, ven su salud restaurada y rebosan de alegría. También se cuenta que nuestros amigos peludos están contentos y satisfechos, exceptuando a aquellos que extrañan a alguien especial que dejaron al otro lado del puente. Por eso mientras la mayoría corre y juega, uno que otro se detiene y clava su inocente mirada en el horizonte.


Su cuerpo se estremece y con mucho pesar se separa de su grupo corriendo por el campo y es ahí… ¡Nos ven a mitad del puente! Van tan rápido que sus orejas parecen volar y la lengua de fuera cuelga por la emoción, nos reciben y sus lengüetazos bañan todo nuestro rostro, nuestras manos apenas logran sostener al amigo que siempre estuvo ahí para nosotros. De esa manera con una mirada llena de amor, nobleza y alegría, ambos cruzamos al campo floreado y lleno de árboles para jamás separarnos y pasar la eternidad jugando y viviendo aventuras.


Esta leyenda llena de esperanza nuestro corazón al afrontar la perdida de nuestros ángeles de cuatro patas. Nos ayuda a comprender de manera metafórica que cuando un animal parte de este mundo, vive en nuestro corazón, aunque ya no se encuentre físicamente a nuestro lado. Sin embargo, esta historia no se olvida de aquellos animales que, en vida, no pudieron ser amados por una persona:

“De repente en el Puente del Arcoíris, amaneció de forma diferente a los días normales tan llenos de sol; este era un día frío y gris, el día más triste que puedes imaginar. Los recién llegados no sabían qué pensar. Pero los animales que llevaban más tiempo esperando a sus seres queridos sabían perfectamente lo que ocurría y se fueron juntando en el camino que llevaba al puente para mirar. Esperaron un poco y llegó un animal muy mayor, con la cabeza muy hundida y arrastrando su cola. Los animales que llevaban tiempo allí supieron inmediatamente cuál era su historia porque habían visto pasar esto muchas veces. Este animalito fue acercándose lentamente, muy lentamente, era obvio que tenía un gran dolor emocional, aunque no había signos físicos de dolor.

Al contrario de los otros animales que esperaban en el puente, éste no había vuelto a la juventud, ni había vuelto a estar lleno de salud y alegría. Mientras caminaba hacia el puente, veía como los otros animales lo observaban a él. Sabía que este no era su sitio y que cuanto antes pudiera cruzar el puente, sería feliz. Pero esto no sería así. Cuando se acercó al puente, apareció un ángel y con cara triste le pidió perdón y le dijo que no podía cruzar. Solamente aquellos animales que estaban acompañados de sus personas queridas podían cruzar el Puente del Arcoíris.


Uno de los recién llegados al puente no entendía lo que había visto y pidió a otro que le explicaran qué pasaba. “¿Ves a ese pobre animal y los otros que están allí con él? son los animales que nunca tuvieron una persona. Este al menos llegó hasta un refugio; entró en el refugio igual que lo ves ahora, un animal mayor, con el pelo gris y la vista algo nublada. Pero nunca consiguió salir del refugio, y se murió solamente con el cariño de su cuidador para acompañarlo mientras se fue de la tierra. Como no tenía una familia para darle su amor, no tiene a nadie que le acompañe para cruzar el Puente”.

A lo lejos las nubes grisáceas se abrieron con el estruendo de una tormenta y la luz del sol volvió a penetrar en ese lugar, la figura aproximarse de una persona se vislumbraba por los prados verdes y entre los animales mayores, de pronto un destello dorado los bañó; entonces todos volvieron a ser jóvenes y sanos, algunos se acercaron y fueron tocados por la persona. Poco a poco mientras ésta avanzaba, los animales se formaban en fila detrás de ella y cruzaron el puente juntos.

De ese modo se nos explica que cuando llega una persona que en vida protegió y salvó a animales abandonados o en desgracia, se les permite un último acto de rescate y amor. De esa manera, todos esos animales que no tuvieron familia en la tierra o que fueron abandonados, cruzan el puente con esa persona.




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