Como bien se sabe las grutas de Cacahuamilpa se encuentran muy cerca del bello pueblo mágico de Taxco, en Guerrero, así es, el famoso pueblo que es conocido por la gran cantidad de plata que genera, las bellas casas adoquinas de roca blanca y tejados anaranjados. Sus calles angostas que encierran una inmaculada belleza comparten historia con estas fascinantes edificaciones de la madre naturaleza, formadas a lo largo de millones de años.
Estas grutas fueron descubiertas en el año de 1834 por Manuel Sainz de la Peña Miranda y hasta un siglo después en 1936 se decretó como parque nacional y así se conservaría, siendo hoy un gran atractivo turístico. Sus exquisitas formas llaman la atención de cualquiera que se sumerja en su vasto mundo subterráneo, al entrar uno halla otra forma de ver la tierra, las grandes cámaras que parecen provenir de proezas fantásticas y que podrían contar tantas historias, llenan de asombro a quien las admire.
Aunque estas cuevas han sido parte de escenarios para películas del cine mexicano, quizá la más notoria es “Macario” de 1959 y también conciertos de orquestas, no cabe duda que uno de los eventos que más sobresale es la historia del perro y su amo que descansan en dos montículos de rocas en ese lugar. La historia de estos dos personajes no es muy clara, ya que no se tiene registrado el nombre del explorador ni el del can que lo acompañaba cuando sucedió la tragedia. Se desconoce la causa de su muerte, pero se sabe que el perro fiel salía y entraba de las grutas e iba al pueblo más cercano a pedir ayuda; sin embargo, regresaba sin ella, pues nadie del lugar le hacía caso.
Pasaron los años y cuando se exploraba aquel sitio de la caverna, el cuerpo del perro fue hallado fielmente junto a su amo. Sus cuerpos reposan ahora abajo un enigmático y legendario montículo de piedras, pero se dice que sus almas aún recorren la gruta en busca de la salida… al menos esa es la historia. Lo que, si es claro, es el amor incondicional de estos seres que darían la vida por nosotros sin dudar, tal vez algún día aprendamos a ser más libres de amar como ellos.