Por: Lina Alcaraz.
Septiembre es un mes para rememorar acontecimientos que marcaron la historia de nuestro país, incluso aquellos que no nos dejaron un buen sabor de boca. Este mes conmemoramos los sismos del 19 de septiembre de 1985 y los de 2017, hechos que trajeron grandes pérdidas y desgracia a todos, pero que también trajeron momentos de gran solidaridad y aprendizaje que destacaron la importancia y heroísmo de grupos de personas y de animales. Por eso, en esta fecha tan importante para recordar, traemos a la memoria a Frida, la perrita rescatista que se convirtió en el símbolo de la solidaridad en aquel cruento 2017.
Frida es una perrita labrador que nació en 2009, poco después de su nacimiento prestó servicio en la Unidad Canina Naval, y tras presentar alto grado de convivencia social fue asignada a la Brigada BREC, de Búsqueda y Rescate en Estructuras Colapsadas. Tras diez años de heroicas misiones, en junio de 2019, fue retirada de sus labores con grandes honores. Actualmente se encuentra viviendo una vida tranquila y de juegos.
Su trayectoria ayudando personas en distintos acontecimientos penosos recorre muchos lugares de México y el extranjero. Entre los acontecimientos en los que ayudó Frida se encuentran el terremoto de Haití en 2010, el terremoto de Ecuador en 2016, la explosión de la Torre Pemex en la Ciudad de México, y el evento con el que Frida se hizo mundialmente conocida, el terremoto de 7,1 grados del 2017, en México.
Frida fue entrenada por Israel Arauz Salinas, tercer maestre de infantería de Marina, su entrenamiento le permite detectar personas vivas entre los escombros, pues detecta el aroma de una persona bajo estrés, y especialmente fue entrenada para percibirlo bajo un ambiente húmedo y obscuro. Por lo que cada vez que la perrita ladraba era una señal que daba esperanza, pues se esperaba encontrar a una persona viva.
Frida salvó muchas vidas a lo largo de su trayectoria (se cuentan 52) y no cabe duda que su labor y la de estos perros rescatista ha sido mucho más valorada en México después del terremoto de 2017, pues además de ella, alrededor de 270 perros más fueron importantes para hallar personas entre los escombros, por lo que si estos hermoso animales ya tenían nuestro corazón, han terminado por convertirse en nuestros héroes y mucho más.
Es interesante saber que estos perritos son entrenados desde muy pequeños, y por supuesto su estupendo olfato es una cualidad que les permite llevar a cabo esta noble labor con éxito. Son entrenados durante aproximadamente cuatro horas al día y los entrenadores suelen hablarles en alemán, pues las palabras de ese idioma son cortas y fáciles de memorizar para los perritos. Por lo regular los perros de recate prestan servicio durante siete años, después de los cuales son jubilados con los honores merecidos y adoptados, en ocasiones por miembros de la Marina o por personas que puedan hacerse cargo de ellos y amarlos como es debido.
México cuenta con aproximadamente 300 perros de rescate que forman parte de la Sección Canina del Cuartel General del Alto Mando de la Secretaría de Marina. Además de Frida, nombres como Eco, Evil, Dean, Drago, Akasha y Chichí (quien desafortunadamente falleció el año pasado), entre muchos más, resuenan en nuestros corazones con cariño, por la gran labor que prestaron en esos días obscuros y que nos hacen recordar por qué el perro es el mejor amigo del ser humano.
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