Todos sabemos que los pulpos parecen de otro mundo, literalmente, con sus tres corazones, los nueve cerebros y sus ocho brazos, cualquiera creería que cayeron del espacio hace mucho tiempo, pero este personaje nos hace cuestionar eso una vez más y es el mismo Paul. Aquel amigo que en la Eurocopa del 2008 y el mundial del 2010 se llevó la atención del mundo al predecir los resultados de los partidos de futbol.
Nació en el sur de Inglaterra, pero fue llevado a Alemania y su nombre se le otorgó en honor al poema infantil “El calamar Paul, el pulpo” del escritor Boy Lornsen. Desde que llegó al acuario siempre mostró una destacada inteligencia y curiosidad hacia los visitantes. Antes de cada partido de la selección alemana a Paul se le clocaban dos contendores idénticos con comida, uno marcado con la bandera alemana y el otro con la del equipo contrario. Cuando Paul se colocaba sobre el contenedor y se quedaba allí, se interpretaba como la elección que éste hacía y por tanto el equipo que vencería en el encuentro. Asintió cuatro de los seis partidos en la Eurocopa del 2008 y en los partidos del mundial en seis ocasiones, así como en la semifinal donde España vencería a Alemania. Su polaridad llamó la atención de marcas internacionales como: Pepsi, Citoren y otras más.
Falleció el 26 de octubre del 2010, el lugar donde el cefalópodo vivía erigió una estatua en honor a Paul e inclusive en china se estrenó una película basada en sus predicciones y su habilidad característica. El pulpo Paul ha pasado al salón de la fama de los deportes como uno de los más curiosos animales.
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