Llega una fecha que ciertamente para muchos es de suma importancia, una en la cual su fe los impulsa a atravesar literalmente montañas y arroyos, venir desde tierras lejanas, soportando grandes inclemencias, todo con tal de llegar a la sede de su devoción. Son peregrinos venidos de tierras lejanas, cuya fe que mueve montañas nos asombra… pero… esperen, muchos vienen en compañía de perritos que son abandonados a lo largo de esta travesía. Estamos seguros de que estos fieles acompañantes no deberían ser tratados así, que no deberían ser abandonados a su suerte luego de que las personas de “fe” cumplen con su misión. ¿En qué eventos sucede esto? Hablamos del 12 de diciembre, un día que muchos lomitos jamás olvidarán.
Maltratos, frío, hambre, rechazo y enfermedades son solo algunas de las situaciones por las que millones de perritos atraviesan en México. Todo esto a pesar de ser los menos culpables por no tener un hogar y tener que arreglárselas a diario para sobrevivir. De acuerdo con diversas organizaciones que se dedican a rescatar y resguardar animales en situación de calle, diciembre es uno de los meses en los que más perritos son abandonados (maldita humanidad). En pasados años estas organizaciones han rescatado (estadísticamente por año) a más de 20 animales que fueron abandonados por los peregrinos en las inmediaciones de la Basílica de Guadalupe. Además, no conformes con esto se estima que estos viajeros dejan más de 497 toneladas de basura en su paso por la ciudad.
El gobierno no tiene el menor interés en comprometerse con este asunto (vaya sorpresa), pues el problema no ha disminuido, sino todo lo contario, cada año parece importarles menos y el número aumenta. Los activistas saben que, ante esto, esa fecha la única opción que tienen es ir a rescatar a cuantos animales puedan, para evitar que mueran en condiciones deplorables.
“sé que no suena alentador ni práctico, pero no hay mucho que se pueda hacer, porque hasta que no haya una disposición oficial o modificación a las leyes secundarias, sabemos que los animales van a morir”- dijo uno de los activistas que suelen acudir cada año.
A estos perritos que suelen acompañar a las grandes caravanas de todos los estados de la república, se les denomina “perros peregrinos” y las organizaciones piden al gobierno de la CDMX que tome cartas en el asunto de manera urgente, pues a pesar de su labor, el número los sobrepasa. Teniendo en cuenta que el 12 de diciembre es solo la primera de las fechas en las que estos casos incrementan, seguida del 25 de diciembre, el 7 de enero y la primavera (ya que las perritas suelen entrar en celo y son abandonadas). Sin olvidar que las perreras llegan a su máximo, así como los refugios. Una triste realidad de la que los peregrinos no quieren ver o se avergüenzan admitir y una de la que los perritos que los acompañan, no tienen ni idea.
Recuerden que si llevan a sus perros a estos eventos (que afortunadamente por la pandemia, el número de fieles asistentes se redujo drásticamente), no los dejen, no los maltraten, porque ellos los seguirán hasta el final de la tierra.
Por Alan Martínez
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