Todos hemos visto los temibles y asombrosos videos de la explosión del 4 de agosto en el puerto de Beirut en Líbano, donde la irresponsabilidad de la gente les costó la vida y hogar a muchas personas inocentes. La increíble explosión y su onda de choque que alcanzó una muy desastrosa distancia de 10 kilómetros, destruyó por completo esa parte de la ciudad. La onda expansiva hizo que el suelo temblara y los cristales se quebraran como hojas secas, las persona que estaban alrededor no sabían lo que ocurría.
Sin duda los videos son impactantes, pues parecen ser parte de efectos especiales de una gran producción de cine, pero no lo son. En la catástrofe muchas personas perdieron la vida y otras más, presa del miedo huyeron para ponerse a salvo, otros se encontraban en el trabajo cuando se enteraron de la noticia e intentaron volver a sus hogares; sin embargo, al volver éstos ya no existían y lo que más llenó sus corazones de horror era el hecho de que sus amadas mascotas se encontraban solas en el momento del caos.
Gatos, perros, loros y demás mascotas quedaron atrapadas debajo de carros, escombros de casas y otras más murieron. En el caos provocado por el miedo y el fuego, los animales pasaron a segundo plano; aunque algunas valientes personas decidieron arriesgar sus vidas para salvarlos de su cruel destino entre las estructuras colapsadas de edificios o casas. Fue así como muchos animales lograron reencontrase con sus dueños. El camino para reconstruir esa parte de la ciudad será largo y lleno de esfuerzo, pero los animales y sus dueños que están ahora juntos, sin duda no querrán separarse de nuevo, pues gracias a la ayuda de diversas asociaciones de rescate, esto fue logrado.
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