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BALROGS DEMONIOS DEL MUNDO ANTIGUO

Actualizado: 23 ago 2021

El mundo es tan antiguo y misterioso, tanto así que continúa guardando sombras y llamas en lo más profundo de su ser. Secretos tan inmensos que una vida mortal no alcanzaría en comprenderlos, tan temibles que las fuerzas del bien flaquearon al enfrentarse a esa penumbra en las Edades del Mundo. De la gran imaginación de J.R.R. Tolkien, autor de El Hobbit y El Señor de los Anillos, los Balrogs son quizá unos de los seres más temibles y poderosos que ha logrado crear el célebre autor, además de los orcos, Sauron y el mismo Melkor.


El término proviene del Quenya (idioma que el mismo autor inventó a lo largo de su vida y durante la Primera Guerra Mundial) valaraukor (vala significa ‘poder’, y raukor, ‘demonio’, es decir ‘demonio de poder’, o ‘demonio poderoso’

Demonios de llamas y sombras que alguna vez fueron Maiar (ángeles) como el mismo Gandalf o Saruman, pero por la maldad de Melkor se corrompieron al final de la creación de Arda (el mundo en sí) y fueron sus más leales sirvientes, después de Sauron, durante la Primera Edad. Estos seres eran de gran tamaño y fuerza, cubiertos de sombras y llamas, iban armados con espadas y látigos de fuego, induciendo temor en los corazones hasta de los más valientes. Con un corazón de fuego y mente malvada, estas bestias destruían todo a su paso e incluso se cree que algunos de estos tenían la habilidad de hacer contra conjuros, capaces de vivir por milenios, eran la fuerza de ataque más efectiva de Melkor. Según algunos escritos de Tolkien, se cree que estas criaturas poseían alas, pero el tema sigue siendo debate en la actualidad. Participaron activamente en las grandes guerras del mundo.


Durante la Edad de los árboles, Melkor es capturado y la mayoría de los Balrogs huyen a la Tierra-Media. Cuando Melkor volvió de Valinor, ahora bajo el nombre de Morgoth, fue atacado por la criatura arácnida Ungoliant en la costa helada de Lammoth, en Beleriand, los Balrogs despertaron y ayudaron a su amo, espantando a la araña. En la caída de Gondolin el gran Gothmog luchó contra Ecthelion de la Fuente y ambos se dieron muerte, después mientras los sobrevivientes intentaban huir otro los atacó y en esta ocasión Glorfindel le hizo frente, pero ambos cayeron al abismo donde murieron. Posteriormente en la Guerra de la Cólera, la mayoría de los Balrogs fueron destruidos; sin embargo, uno logró escapar y fue a ocultarse en las profundidades de Moria, para más tarde ser llamado el Daño de Durin. Aunque 5 mil años después la Comunidad del Anillo pasaría por esos lares y el Balrog se enfrentaría con Gandalf el Gris en una batalla a muerte donde ambos perecieron, llegando a su fin la especie de los Balrogs. Por suerte para el resto de los pueblos libres de la Tierra-Media.

“No puedes pasar... Soy un servidor del Fuego Secreto, que es dueño de la llama de Anor. No puedes pasar. El fuego oscuro no te servirá de nada, llama de Udûn. ¡Vuelve a la Sombra! No puedes pasar..." Palabras de Gandalf en la batalla.



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